La mejor técnica (probada) para mejorar la puntuación de tu hotel y tener a todos disfrutando

La mejor técnica (probada) para mejorar la puntuación de tu hotel y tener a todos disfrutando

La innovación no siempre nace de grandes ideas. A veces surge de algo tan simple como medir lo que ya está pasando en tu hotel. En el sector hotelero se habla constantemente de innovación. Innovar para ser más sostenibles. Innovar para diferenciarse de la competencia. Innovar para mantener un nivel elevado de satisfacción. Pero hay algo que casi nadie cuenta: innovar se puede decir fácilmente, pero medirlo es otra historia.

La mejor técnica (probada) para mejorar la puntuación del hotel y que todos disfruten
Fuente: Jaippy.

Se pueden hacer encuestas, estudios de satisfacción, talleres o sesiones de ideas. Todo eso sirve, pero rara vez consigue lo más importante: hacer que los equipos entiendan cómo su trabajo impacta, día a día, en los resultados reales del hotel.

Ahí es donde entra la técnica más sencilla y efectiva que hemos probado con Jaippy, una que transforma la innovación en algo visible, medible y, sobre todo, contagioso.

Todo empezó con una idea: “¿Y si mejorar la conversión -el porcentaje de clientes de Booking que dejan una reseña- fuera el primer paso para activar la innovación en un hotel?”.

Durante meses Jaippy probó esta teoría con diferentes hoteles con los que trabajaban y con los que habían acordado hacer experimentos, ya sean urbanos, rurales, de playa, grandes y pequeños. Y los resultados han sido claros: mejorar la conversión sube la puntuación media y, aún más importante, une al equipo.

Cuando un recepcionista, una camarera de pisos o un jefe de mantenimiento ve reflejado su esfuerzo en una reseña positiva, deja de trabajar solo por rutina. Empieza a entender el impacto directo de lo que hace.

Lo que comenzó como una hipótesis se convirtió en un hecho empírico: mejorar la conversión es una forma rápida y práctica de elevar la satisfacción global y descubrir el verdadero potencial del hotel.

Conversión y consistencia: los dos motores del cambio

En Jaippy se miden dos indicadores fundamentales:

  • Conversión: cuántos clientes de Booking dejan una reseña.
  • Consistencia: la capacidad del hotel para mantener una buena nota media en el tiempo.

La conversión muestra el pulso diario del hotel. La consistencia, su salud a medio plazo.

Cuando un hotel empieza a pedir reseñas de forma activa y metódica, la puntuación media sube. Pero cuando consigue mantener esa puntuación alta durante semanas y meses, aparece la verdadera innovación: la capacidad de sostener la excelencia.

El éxito no está en subir rápido, sino en mantenerse arriba con estabilidad. Esa es la verdadera consistencia.

Cuando la innovación se contagia

Algo mágico ocurre cuando un equipo empieza a medir su conversión y su consistencia. De pronto, todos -no solo dirección o recepción- comienzan a ver dónde están las oportunidades de mejora.

Una camarera de pisos propone un nuevo detalle para sorprender a los huéspedes. El personal de desayuno ajusta la presentación y añade pequeños gestos. El jefe de mantenimiento decide priorizar el silencio durante las reparaciones matinales.

Pequeños cambios, acotados, controlables. Cada uno de ellos se convierte en una microinnovación medible, ya que se puede ver si la reseña mejora, si la puntuación se mantiene, si el cliente lo nota.

Y ese proceso, esa dinámica de mejora visible, genera un fenómeno poderoso: el disfrute colectivo. El hotel empieza a vivir la innovación no como una tarea, sino como una celebración del impacto de todos.

De la motivación a la metodología

La clave no está en hacer más, sino en hacer distinto y medirlo. Una innovación que no se mide se convierte en un deseo. Una innovación que se mide se convierte en una herramienta.

Jaippy lo ha comprobado una y otra vez: cuando un hotel aplica esta técnica -pedir reseñas, medir la conversión, sostener la puntuación y buscar nuevas oportunidades-, la moral del equipo se dispara.

Dejan de ver a Booking como una carga o una amenaza y empiezan a verlo como un espejo donde se refleja su evolución. El hotel pasa de ser una máquina que repite procesos a ser un organismo que aprende, experimenta y disfruta.

El motor de la innovación efectiva

Cuando la metodología se interioriza, el cambio es visible. El hotel deja de buscar grandes revoluciones y empieza a practicar la innovación contenida: probar cambios pequeños, medir resultados y extender solo aquello que demuestra impacto real.

Cada semana, cada mes, cada reseña se convierte en una oportunidad de aprendizaje. Y cuando todo el equipo entiende eso, la innovación deja de ser un proyecto para convertirse en una cultura.

Esa es la mejor técnica (probada) para mejorar la puntuación de un hotel y tener a todos disfrutando. Porque la verdadera innovación no se impone. Se mide, se comparte y se contagia.

La mejor técnica (probada) para mejorar la puntuación del hotel y que todos disfruten
Fuente: Jaippy.