Viviendas turísticas

Cuánto cuesta un Airbnb en España: las provincias más caras y baratas

Las tarifas medias de las viviendas turísticas gestionadas por grandes tenedores pueden llegar a duplicar las de aquellas operadas por pequeños propietarios

Publicada 22/05/25

Cuánto cuesta un Airbnb en España: las provincias más caras y baratas

Las cerca de 400.000 Viviendas de Uso Turístico (VUT) registradas en España conforman una oferta de alojamiento marcada por importantes disparidades de precios, que varían en función de la provincia y del perfil del gestor. Un nuevo estudio -centrado en Airbnb- elaborado por la empresa Mabrian, mediante herramientas de inteligencia artificial y análisis de Big Data, revela que las tarifas medias de las VUT gestionadas por grandes tenedores pueden llegar a duplicar —e incluso superar— las de aquellas operadas por pequeños propietarios o anfitriones particulares.

El informe permite explorar miles de datos a través de mapas interactivos e infografías que muestran, provincia a provincia, cuánto cuesta alojarse en un Airbnb, dependiendo del tipo de anfitrión. Esta radiografía ofrece una visión más precisa de la dinámica del mercado de la vivienda turística en España y aporta una herramienta valiosa para entender mejor su evolución.

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Las viviendas turísticas de grandes tenedores, las más caras

Para llevar a cabo este informe, Mabrian ha analizado los precios medios por persona y noche para poder establecer una comparación coherente para todos los tipos de VUTs.

"Una de las conclusiones más claras es que las tarifas medias de las VUTs gestionadas por grandes tenedores suelen ser más altas (dos veces más o incluso mayores) que las gestionadas por pequeños tenedores o por particulares", explica esta empresa de investigación turística. Esto se observa en 40 de las 50 provincias analizadas.

"De hecho, en 25 provincias son los grandes tenedores con más de 51 viviendas en su portfolio los que ofrecen tarifas medias más caras", apunta Mabrian.

Ejemplos de esta tendencia son las siguientes provincias:

  • Las Palmas (40,6 euros vs 94,8 euros)
  • Santa Cruz de Tenerife (37,3 euros vs 75,6 euros)
  • Granada (32,3 euros vs 74,1 euros)
  • Sevilla (50,6 euros vs 65,8 euros)
  • Tarragona (34,3 euros vs 63,5 euros)
  • Alicante (36,1 euros vs 58,8 euros)

Por otro lado, en la provincia de Barcelona las tarifas medias más altas las ofrecen los grandes tenedores con un portfolio de entre 21 y 50 viviendas (64,7 euros vs 51,7 euros en el caso de los particulares), mientras que en Valencia son los anfitriones con entre 11 y 20 viviendas en cartera los que tienen las tarifas más altas (68,6 euros, frente a 38,9 euros en el caso de los particulares).

Excepciones en Baleares y Madrid

Según indica Mabrian, la excepciones a esta regla general es Baleares, donde la tarifa media de los pequeños tenedores es la más alta (102,3 euros), con una diferencia de hasta 40 euros con la tarifa más alta entre la oferta de grandes tenedores.

"También Madrid es una excepción, aunque en esta provincia la tarifa media de los pequeños tenedores (57,6 euros) es solo ligeramente superior al resto de tarifas medias de otras categorías de tenedores".

Algo similar ocurre en otras provincias españolas como Zamora, Cáceres, Álava, Teruel y Cantabria.

En cambio, en las provincias de Almería y Navarra, la tendencia es la contraria: son los particulares los que ofrecen tarifas medias más altas que los grandes tenedores.

Estructura de costes y calidad de la oferta, claves

Según apunta Carlos Cendra, director de marketing de Mabrian, "el comportamiento de las tarifas medias muestra la capacidad que tienen los tenedores que cuentan con dos o más propiedades para fijar tarifas en los mercados en los que operan. Su estructura de costes para gestionar diversos inmuebles, aunque es más eficiente, también es más alta, y esto tiene un reflejo en las tarifas finales".

Otro factor que influye en los precios es la profesionalización de los servicios de gestión, que garantiza una mejor calidad del servicio. "Esto repercute positivamente en la satisfacción de los huéspedes, lo que también implica una mayor elasticidad de precio entre este tipo de alquileres turísticos”, añade Cendra.

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