El ITS impulsa nuevos proyectos para un turismo todo el año en Baleares: las claves que marcarán el rumbo
Publicada 12/12/25 12:57h
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Las Illes Balears avanzan con determinación hacia un modelo turístico capaz de generar actividad durante todo el año, y los proyectos financiados por el ITS se han convertido en una herramienta clave para lograrlo. Con un total de 50 iniciativas respaldadas por 130 millones de euros, la estrategia impulsa propuestas que amplían la temporada turística mediante actividades como el senderismo, el cicloturismo, la cultura, la gastronomía, la salud y el bienestar.
A su vez, se mejora la infraestructura que da soporte a estos proyectos, como caminos, centros de interpretación o equipamientos deportivos. Con estas acciones se promueve una economía más estable, que reparte mejor las oportunidades a lo largo del año y por todo el territorio. Dentro de este marco, tres iniciativas destacan tanto por su alcance cultural y social como por su capacidad para transformar la manera en que residentes y visitantes disfrutan de Baleares a lo largo del año.
La primera es la creación de la nueva sede de la Fundación Orquesta Sinfónica de las Illes Balears, conocida como “Caixa de Música”, un equipamiento cultural de referencia cuya inversión total alcanza 15.888.366,04 €, de los cuales 13.626.615,99 € proceden del ITS.
Concebido para albergar ensayos, conciertos extraordinarios y distintos eventos culturales, este complejo se erige como un catalizador de actividad cultural permanente. Su desarrollo integra criterios de sostenibilidad, accesibilidad y digitalización que permiten posicionar el edificio como un espacio preparado para nuevos formatos de creación y difusión artística.
Entre las mejoras incorporadas figuran sistemas fotovoltaicos, recuperación de agua de lluvia, recarga eléctrica para vehículos, naturalización de espacios abiertos, inclusión de hábitats artificiales de fauna, así como una estrategia de digitalización que abarca pantallas en fachada, sistemas audiovisuales, iluminación escénica y un plan que conecta el edificio con un futuro parque de la música, potenciando la proyección exterior de su actividad cultural.
La dimensión transformadora de la Caixa de Música reside en su capacidad de generar actividad cultural continua y atraer públicos diversos. La adaptación acústica de salas, la creación de espacios de ensayo multifuncionales, la ampliación de zonas de control y la habilitación de salas técnicas especializadas permiten programaciones estables, cursos, encuentros y propuestas híbridas entre música y artes audiovisuales.
Al integrar estos usos con la posibilidad de emitir y grabar contenidos, se abre la puerta a una oferta cultural que no depende de la estacionalidad y que amplía su alcance más allá de Mallorca. La memoria del proyecto expone con detalle la evolución técnica y la reorganización de espacios, subrayando cómo el edificio se convierte en un nodo cultural de alta especialización capaz de dinamizar la vida local durante todo el año.
La segunda actuación destacada es la II Fase del Palacio de Congresos de Ibiza, cuya inversión total asciende a 33.785.091,87 €, con 15.018.571 € financiados por el ITS. Ibiza, tradicionalmente asociada al turismo vacacional y de ocio, ha experimentado en las últimas dos décadas un crecimiento notable del segmento MICE -congresos, incentivos, convenciones y reuniones- gracias a la creación de la primera fase del Palacio y al trabajo del Ibiza Convention Bureau.
Sin embargo, la limitación de capacidad actual ha provocado la pérdida de eventos que requieren aforos superiores o configuraciones más flexibles. Esta ampliación responde a una demanda manifiesta del sector y se considera estratégica para fortalecer la desestacionalización y mejorar el posicionamiento internacional de la isla.
La nueva fase contempla un espacio polivalente y tecnificado que podrá albergar hasta 1.010 personas, combinando plataformas elevables, gradas retráctiles y salas configurables que facilitan desde congresos de gran escala hasta eventos de empresa, ferias, lanzamientos de producto, programación cultural y conciertos. La memoria destaca cómo esta ampliación no solo incrementa la competitividad del destino, sino que también beneficia al conjunto del tejido económico insular, desde hoteles y comercios hasta empresas técnicas y culturales.
Al concentrar su actividad principalmente en los meses de menor afluencia turística, el Palacio se convierte en un motor de estabilidad económica. Además, incorpora mejoras de eficiencia energética, aislamiento, cubierta vegetal y planta fotovoltaica, alineadas con los objetivos de sostenibilidad de la Estrategia de Inversiones 2030. Su localización junto a la primera fase permite una continuidad operativa y un uso óptimo de infraestructuras y personal existente, reforzando la viabilidad económica del conjunto.
El tercer proyecto ejemplar es la conversión de las pedreres de Sa Raval Vella des Castell en el Centre Thalassa, con una inversión total de 748.022,87 €, financiada íntegramente por el ITS. En este caso, la actuación combina patrimonio, identidad cultural y divulgación para dinamizar el destino desde una perspectiva etnográfica y paisajística.
Las pedreres, históricamente utilizadas para la extracción de marès, forman parte del imaginario constructivo de Menorca y se encuentran actualmente degradadas y en desuso. La iniciativa propone su recuperación integral y su adecuación como centro cultural dedicado a la conservación y exhibición de embarcaciones tradicionales, un símbolo del vínculo entre la población menorquina y el mar.
El proyecto prevé un espacio museístico respetuoso con las paredes originales de la cantera, donde se expondrán 18 embarcaciones de entre 3 y 7,30 metros de eslora, acompañadas de paneles informativos, imágenes y recursos audiovisuales que narran el papel de estas embarcaciones en la pesca, la navegación y el ocio marítimo a lo largo de la historia.
Más allá de la museización, el Centre Thalassa actúa como infraestructura de dinamización cultural capaz de atraer visitas durante todo el año, especialmente interesadas en patrimonio, tradición marinera y oficios artesanales. Al mismo tiempo, pone en valor el patrimonio intangible asociado tanto al marès como a la relación de la isla con el litoral, creando un producto cultural desestacionalizador que dialoga con el entorno y con la identidad local.
Los tres proyectos muestran la diversidad de instrumentos que pueden activar la desestacionalización: grandes equipamientos capaces de atraer eventos internacionales, centros culturales que recuperan patrimonio e infraestructuras musicales dotadas de tecnología avanzada para ofrecer programación continua. Todos ellos refuerzan el objetivo de que el turismo sea una actividad sostenible, distribuida en el tiempo y generadora de oportunidades equilibradas en las Illes Balears.