Digitalizar la sostenibilidad para hacerla más democrática

Ha llegado el momento en que para lidiar con el colosal reto de la emergencia climática en este entorno ‘BANI’ en el cual nos encontramos (lo del entorno VUCA ya es parte del pasado) y al mismo tiempo democratizar de manera efectiva el concepto de la sostenibilidad, no es suficiente con dotar a los alojamientos y los activos y equipamientos turísticos con dispositivos que permitan la eficiencia energética y el desperdicio de recursos. A raíz de la doble transición que estamos viviendo, la digital y la ecológica, ahora más que nunca, tanto los turistas como residentes son más conscientes de los impactos que generan y, en consecuencia, comienzan a valorar mucho más a las empresas y organizaciones que velan por disminuir su impacto ambiental, como por ejemplo su huella de carbono, y que, a la vez, dan la oportunidad al usuario de hacer un cambio a mejor.

Si se quiere aprovechar este empoderamiento del consumidor, usuario o turista, se tendrían que difundir y popularizar herramientas digitales tecnológicamente intuitivas para que conozcan y puedan parametrizar el verdadero impacto de su actividad en el destino o entorno inmediato, tanto en los equipamientos turísticos, como en áreas protegidas y zonas de interés turístico. En vistas a la inminente COP-26 de Glasgow, se tendría que desplegar un modelo que incentivara, aún más si cabe, un turismo responsable, con propósito y regenerador en el que el usuario pudiera disponer, de forma ágil y sencilla, de soluciones para conocer y posteriormente, mitigar y compensar su impacto.

Todo cambio sistémico radica primero en la concienciación personal y, posteriormente, en la voluntad colectiva de aportar algo positivo a la sociedad. Si además se puede proponer un sistema de incentivos y de beneficios puede que hayamos encontrado la fórmula para que esto funcione. Si queremos realmente aprehender y alinearnos con los ODS y, al mismo tiempo, intentar cambiar el rumbo del barco en el que estamos antes de 2030, además de los progresos tecnológicos en gestión de los recursos, se deben hacer más esfuerzos para digitalizar y democratizar la sostenibilidad de una manera inclusiva, transparente, convincente y colaborativa.