Embajadores de países

¿Quién no ha estado paseando por una calle de un país extranjero y ha comenzado a escuchar hablar en voz alta a un grupo de personas y ha pensado “fijo que son de España”? Y es que los españoles no hablamos alto sino que gritamos si hace falta, y si alguien nos dice que bajemos el volumen le respondemos: “que se nos note que somos españoles”. Pues bien, igual en nuestro país mediterráneo estamos acostumbrados a ese tono tan bajo de voz del que disponemos. No obstante, no ocurre en otros países, en donde se habla con un volumen normal.

¿Qué pensarán las personas de un país europeo cualquiera al oír hablar a los españoles? En primer lugar que somos muy escandalosos y en segundo lugar… allá cada cual.

Por ello mismo y ante esta situación, debemos señalar que cada persona es embajadora de su país, región, ciudad, pueblo, aldea, etc. desde el momento en el que nace.

A todo esto hay que sumarle los estereotipos que se originan. ¿Son fríos los alemanes? ¿Son unos chulos los italianos? ¿Los franceses saben apreciar otra comida que no sea la suya? ¿Son imparciales los suizos? Como vemos, hay estereotipos que hoy en día están vigentes en la sociedad. Por esta razón, cabe preguntarnos ¿de quién es la “culpa”?

Nosotros somos embajadores de donde nacemos y por ende, hemos de revertir ciertas ideas falsas preconcebidas con el paso del tiempo. Así mismo, como turistas, allá por donde vayamos debemos procurar dar una buena imagen de nuestro país, ciudad… Hay que enseñarle al mundo que no todo es blanco o negro, sino que hay grises de por medio, permitiendo el que haya una diversidad muy variada de culturas.