​¿Están a salvo sus secretos?

Al darle una clara ventaja competitiva, un secreto empresarial o comercial es una información valiosa para cualquier empresa. Consciente de que las pymes, y las empresas en general, otorgan un inconmensurable valor a los secretos comerciales y dependen de ellos, la Comisión Europea ha querido proteger esa “gran diversidad de conocimientos técnicos e información empresarial”.

El 8 de junio de 2016, el Parlamento Europeo y el Consejo adoptaron la Directiva (UE) 2016/943 relativa a “la protección de los conocimientos técnicos y la información empresarial no divulgados (secretos comerciales) contra su obtención, utilización y revelación ilícitas”. Esa Directiva tiene como objetivo normalizar la legislación nacional de los países de la UE contra la adquisición, divulgación y utilización ilícitas de secretos comerciales.

La Directiva armoniza la definición de secretos comerciales de conformidad con la normativa internacional, inspirándose en la de la Organización Mundial del Comercio. En su artículo 2,1), la misma establece los siguientes requisitos para que una información sea considerada como un “secreto comercial”:

1. ser secreta;
2. tener un valor comercial;
3. haber sido objeto de medidas razonables.

Sin establecer sanciones penales, la propuesta también armoniza los medios a través de los cuales los afectados por una apropiación indebida de secretos comerciales pueden buscar protección, como por ejemplo:

• poner fin al uso ilegal y a la divulgación de secretos comerciales sustraídos indebidamente;
• la retirada del mercado de mercancías fabricadas sobre la base de un secreto comercial adquirido ilegalmente;
• el derecho a indemnización por los daños y perjuicios causados por el uso o la divulgación ilícitos del secreto comercial usurpado.

El texto trata de proteger a las empresas de prácticas desleales como el robo, la copia no autorizada, el espionaje económico o el incumplimiento de los requisitos de confidencialidad. La información que se trata de proteger abarca no solo conocimientos técnicos, sino también datos empresariales relativos a clientes y proveedores, planes comerciales y estudios o estrategias de mercado. España, como los demás países de la UE, debía antes del 9 de junio de 2018 poner en vigor las disposiciones legales y administrativas necesarias para dar cumplimiento a la Directiva. A fecha de hoy, la Ley de Secretos Empresariales sigue pendiente de ser aprobada por el Parlamento. Su anteproyecto puede ser consultado en la página web del Ministerio de Justicia (http://www.mjusticia.gob.es).

Marc Ripoll

Abogado