La nueva cartografía de nuestros viajes
Iñaki Gaztelumendi, técnico del Programa Experiencias de Spain FIlm Commission 28 octubre, 2025 (01:45:18)Recuerdo como si fuera ayer los viajes en coche por España. Mi padre, topógrafo de los de antes, de los que se fiaban más de una curva de nivel que de un GPS, desplegaba sobre el capó esos enormes mapas de papel que olían a aventura y a guantera. Aquello era un ritual. Para él, el territorio era un lenguaje de precisión. Para mí, un niño con la cara pegada a la ventanilla, era la promesa de lo desconocido.
Hoy, la forma en que descubrimos España ha evolucionado, pero la esencia de esa curiosidad, por suerte, sigue intacta. La herramienta ha cambiado, eso sí. Donde antes teníamos un mapa arrugado, ahora tenemos una pantalla de plasma y tres plataformas de streaming. El mando a distancia es la nueva brújula, desde aquellos programas de televisión donde todos, con alguna pizca de envidia, hemos visto los míticos programas de viajar y comer por el mundo, hasta un nuevo fenómeno que se hace más presente que nunca: el turismo de pantalla. El cine y las series son especies de nuevos cartógrafos de nuestro tiempo, y su poder para despertar el deseo de viajar es, sencillamente, arrollador.
Aquí reside la gran diferencia. Un mapa tradicional, con su admirable y necesaria precisión, te dice dónde está un lugar. Una película o una serie, en cambio, te cuenta por qué deberías querer ir. Nos muestra una playa de Formentera y, de repente, no quieres ir solo porque tiene arena blanca, sino porque intuyes que allí, a lo mejor, se te arreglan un par de líos existenciales como al protagonista; como me pasó a mi, claro está, después de ver ‘Lucía y el sexo’.
Ojo, no suele funcionar, pero la esperanza es lo último que se pierde. Las producciones audiovisuales no nos dan coordenadas, nos dan un motivo. No trata solo de visitar localizaciones, sino de buscar las emociones que una historia grabó para siempre en ese paisaje. Y este fenómeno, que parece tan romántico, tiene un impacto económico y social que es una auténtica revolución.
Los rodajes actúan como un foco potentísimo que ilumina zonas de nuestra geografía que, a menudo, quedaban fuera de las rutas convencionales. Una producción puede, de la noche a la mañana, poner un pueblo de Soria en el mapa mundial. Es como una invasión alienígena consentida: durante meses, el pueblo se llena de gente rara con walkie-talkies, el bar tiene que aprender a hacer cafés para llevar y la alcaldesa sale en el telediario.
Pero lo bueno viene después. Cuando el equipo se va, la magia se queda. La "Casa de Paquita", que salió tres segundos en pantalla, ahora tiene lista de espera para el menú del día, y han abierto dos casas rurales. Se genera un interés que se traduce en visitantes, nuevos negocios y, lo que es más importante, un renovado orgullo local. Es una forma de "redibujar" el mapa turístico de España, haciéndolo más justo y equilibrado.
Afortunadamente, contamos con un país que tiene una envidiable diversidad. Tenemos un país que es un "croma" natural. ¿Necesitas el desierto de Texas? Te vas a Almería. ¿Las Tierras Altas de Escocia? Tira para el norte de Navarra o Galicia. ¿Una calle de La Habana? Te das un paseo por Cádiz. Somos el milagro de la producción audiovisual: ahorramos en billetes de avión sin salir de casa. Esta increíble diversidad paisajística es nuestro gran activo.
En definitiva, la tecnología ha cambiado, pero la fascinación por explorar nuestro entorno es la misma que sentía aquel niño mirando los mapas de su padre. A veces imagino enseñarle un mapa actual donde, junto a los ríos y montañas, aparecieran iconos de claquetas con aquellas producciones que todos somos capaces de reconocer. Estoy seguro de que lo entendería. Hoy, tenemos la oportunidad de gestionar este potencial de forma inteligente, usando la herramienta más poderosa de nuestro tiempo —la narración audiovisual— para seguir expandiendo el potencial de nuestro territorio y nuestro turismo.
Y ese es precisamente el viaje en el que me he embarcado durante los últimos meses junto a Spain Film Commission con el Programa Experiencias. Gracias al apoyo de la Secretaría de Turismo del Ministerio de Industria y Turismo, desarrollamos una metodología pionera para hacer del turismo de pantalla un motor de turismo sostenible, innovador y desestacionalizado, que pone en valor los territorios españoles que han acogido producciones icónicas. Hemos dado los primeros pasos en esta “nueva cartografía” del turismo, pero todavía tenemos un largo camino por recorrer.
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