30 octubre, 2025 (02:54:45) Por Monlex Abogados, en Innovación
Los factores psicológicos detrás del phishing
Por qué seguimos cayendo en las trampas digitales
En los últimos meses, el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) ha alertado de nuevas oleadas de campañas de phishing y smishingque suplantan tanto a la Agencia Tributaria como a diversas entidades bancarias. Los ciberdelincuentes envían mensajes o SMS con un lenguaje aparentemente oficial, que buscan algo más que un simple clic: explotan los mecanismos psicológicos más básicos de sus víctimas.
Aunque cada ataque es distinto, todos comparten un mismo principio: no atacan al sistema, atacan a la persona. Según los expertos en ciberseguridad, los atacantes de phishing se apoyan en varios factores psicológicos universales que explican por qué incluso usuarios formados pueden caer en la trampa.
1. Respeto a la autoridad Muchos mensajes fraudulentos se disfrazan de comunicaciones oficiales de una entidad reconocida —una agencia gubernamental, un banco o incluso un superior jerárquico—. El principio de autoridad lleva a las víctimas a obedecer sin cuestionar, sobre todo si el remitente aparenta ser “alguien importante”.
2. Voluntad de ayudar Los atacantes también juegan con la predisposición humana a ser útil. Un correo que solicita “urgente colaboración” para resolver un problema o verificar una cuenta activa, un reflejo de cooperación, sin que la víctima repare en los indicios de fraude.
3. Miedo a perder algo El miedo es una de las emociones más poderosas. La amenaza de perder el acceso a una cuenta, un empleo o una devolución de impuestos puede nublar el juicio crítico y hacer que el usuario actúe sin verificar la autenticidad del mensaje.
4. Ego y vanidad Las clásicas “estafas nigerianas” o los mensajes que ofrecen premios inexistentes se sustentan en la apelación al ego: hacer sentir al usuario especial, afortunado o reconocido. Del mismo modo, las adulaciones sobre conocimientos o posición social pueden predisponer a bajar la guardia.
5. Urgencia Una técnica recurrente en campañas recientes consiste en imponer plazos imposibles: “tiene 24 horas para confirmar su identidad” o “su cuenta será suspendida”. La sensación de urgencia reduce la capacidad de análisis y lleva a actuar por impulso.
6. Automatismos Los ciberdelincuentes también explotan respuestas automáticas. Por ejemplo, mensajes como “No se ha podido entregar su correo” o “haga clic para reenviarlo” se apoyan en rutinas cotidianas que el cerebro ejecuta casi sin pensar.
De la ingeniería social a la ingeniería emocional
El phishing no solo utiliza ingeniería social; cada vez más, se trata de una ingeniería emocional. Los atacantes estudian los comportamientos humanos y diseñan mensajes que activan emociones específicas: miedo, urgencia, orgullo o altruismo.
Por eso, la mejor defensa no es solo tecnológica, sino educacional y psicológica. Formar a empleados, ciudadanos y empresas en pensamiento crítico digital se ha convertido en una prioridad.
“La ciberseguridad no depende únicamente de firewalls o antivirus, sino de entender cómo pensamos y reaccionamos ante la presión”, explican desde INCIBE, que recomienda no seguir enlaces sospechosos, revisar siempre la dirección del remitente y desconfiar de cualquier comunicación que exija una acción inmediata.
Joan Massanet
Responsable de Ciberseguridad
Binaura, Grupo MONLEX.
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