25 noviembre, 2025 (10:00:40) Por andrea-gonzalez, en Transportes
Un futuro en movimiento: construyendo el próximo capítulo de la movilidad sostenible
Día Mundial del Transporte Sostenible
Por Ahmed Mhiri, CEO de Free2move
El Día Mundial del Transporte Sostenible, celebrado cada 26 de noviembre desde 2023, invita a reflexionar sobre cómo nos desplazamos y a acelerar la transición hacia una movilidad más segura, eficiente y responsable. Impulsado por la IRU y reconocido por la ONU, este día subraya el papel esencial del transporte en la lucha contra el cambio climático y en la transformación del espacio urbano. En este contexto, el carsharing se ha consolidado como una herramienta decisiva.
La reducción de emisiones, la disminución de la congestión y la mejora de la calidad de vida en las ciudades son hoy prioridades globales. En la última década, el desarrollo del carsharing y de otras soluciones de movilidad flexible ha redefinido las opciones de desplazamiento. Estos servicios ya no son alternativas marginales: permiten reorganizar la movilidad cotidiana, fomentan un uso más racional del automóvil y facilitan la transición hacia sistemas urbanos más equilibrados.
Carsharing en la ciudad: desafíos, oportunidades y apoyo colectivo
El carsharing, el ride pooling, la micromovilidad y las plataformas de movilidad como servicio representan un cambio estructural respecto al modelo de propiedad privada del vehículo. En ciudades densas, donde el tráfico, la contaminación y la presión sobre el espacio público son desafíos urgentes, estas soluciones ofrecen alternativas más eficientes. Un solo vehículo compartido puede sustituir hasta dieciséis coches privados, contribuyendo a reducir la circulación y liberar espacio urbano. Además, favorecen desplazamientos multimodales que combinan caminar, pedalear y utilizar el transporte público, elementos fundamentales para ciudades más habitables.
Pero esta transición necesita un esfuerzo coordinado. La regulación insuficiente, la falta de infraestructura homogénea y las dudas relativas a los datos ralentizan la adopción de la movilidad compartida. Además, la disponibilidad de estos servicios no debe limitarse a las zonas centrales mejor conectadas. Las ciudades tienen la responsabilidad de integrar la movilidad compartida en sus planes urbanos; las empresas pueden acelerar la transición incorporando vehículos compartidos y eléctricos en sus flotas; y los ciudadanos pueden impulsar el cambio probando estas alternativas. El carsharing no es la solución única, pero sí una herramienta fundamental cuando administración, empresas y usuarios avanzan juntos.
Electrificación y evolución de las flotas compartidas
La electrificación se ha convertido en un pilar de la movilidad sostenible, y las flotas compartidas desempeñan un papel clave en su despliegue. Los vehículos eléctricos, por sus menores emisiones y su menor nivel de ruido, encajan de forma natural en los entornos urbanos. Sin embargo, electrificar una flota compartida exige algo más que sustituir motores: requiere infraestructuras de carga fiables, gestión inteligente de la energía y sistemas que se adapten a patrones de utilización intensiva.
La expansión de las redes de carga, las mejoras en la autonomía y las baterías más eficientes están facilitando esta transición. Las herramientas de gestión energética permiten optimizar la carga, reducir los tiempos de inactividad y favorecer el uso de electricidad con menor huella de carbono. En paralelo, ciudades y proveedores energéticos avanzan hacia infraestructuras más integradas, mientras las nuevas normativas de emisiones marcan un camino más claro para la electrificación de las flotas profesionales. Todo ello permite a los operadores de movilidad construir sistemas más eficientes, estables y respetuosos con el medio ambiente.
La tecnología es esencial para aumentar el impacto positivo de la movilidad compartida. Los sistemas inteligentes de gestión de flotas predicen la demanda, reposicionan los vehículos y aumentan la tasa de utilización, lo que reduce el número total de coches necesarios. La inteligencia artificial detecta patrones como horas punta, efectos meteorológicos o eventos locales, lo que permite anticipar dónde será necesario un vehículo en minutos. Cuanto más tiempo pasan los coches en movimiento y menos tiempo estacionados, mayor es la eficiencia del sistema y menor la huella ambiental. A largo plazo, la combinación de vehículos conectados, gestión basada en IA y la llegada de tecnologías autónomas permitirá crear un ecosistema de movilidad compartida más fluido y de bajo impacto.
Conducción autónoma: el próximo capítulo de la movilidad compartida
La movilidad está entrando en una nueva etapa marcada por la automatización y la aparición de infraestructuras y normativas adaptadas. Los sistemas actuales de movilidad compartida todavía se enfrentan a limitaciones operativas: disponibilidad desigual, reparto imperfecto de vehículos y fricciones en la experiencia de usuario. La conducción autónoma podría transformar este escenario.
Los vehículos autónomos pueden mejorar la experiencia del usuario, aumentar la utilización y fortalecer la sostenibilidad del carsharing. A escala global, se están estableciendo marcos regulatorios para el uso responsable de vehículos autónomos y teleoperados. Su despliegue dependerá de la madurez tecnológica, la conectividad y la gestión de datos, pero su potencial es claro: flotas capaces de operar de forma continua, optimizar sus movimientos y conectarse de manera más fluida con los demás modos de transporte.
Esta evolución también puede transformar la movilidad en zonas rurales y suburbanas. Estos territorios han sido tradicionalmente difíciles de atender mediante carsharing debido a la baja demanda y a los altos costes operativos. La teleoperación permite reposicionar vehículos a distancia, mejorando el acceso en áreas dispersas. En el futuro, las flotas autónomas podrán desplazarse de manera autónoma hacia zonas de mayor demanda, estacionarse tras un viaje o dirigirse directamente al siguiente usuario, resolviendo una de las principales limitaciones del modelo actual.
Cuando la tecnología y la sostenibilidad avanzan juntas
La movilidad compartida, eléctrica y progresivamente autónoma está dando forma a una nueva fase del transporte urbano y regional. Con marcos regulatorios más definidos, plataformas digitales integradas y mejores infraestructuras, estas soluciones pueden extenderse más allá de los centros urbanos y llegar a comunidades tradicionalmente desatendidas. Todas juntas dibujan un futuro en el que la movilidad flexible, accesible y de bajas emisiones forma parte natural de la vida diaria.
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