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Las negociaciones de Orizonia con Marsans y Barceló están en punto muerto

4 diciembre, 2009





















La tendencia a la concentración en el sector de las agencias de viajes y turoperadores no tiene vuelta atrás y cada poco asistimos a un nuevo capítulo de absorción de alguna empresa por parte de un gran grupo turístico. En estos movimientos el protagonista que ha asumido el papel de gran comprador es Orizonia. Este grupo, desde su nacimiento en 2006, ha estado llevando a cabo continuas compras que han ido engrosando su cartera de marcas, como han sido las incorporaciones de Condor Vacaciones, Viajar.com, Emprender Viajes, o el 50% de Rumbo. Asimismo, intentó también comprar Catai y después Nobeltours para entrar en los grandes viajes, y ante la falta de acuerdo en ambos casos creó el turoperador Kirunna.
 
Ahora, una vez engrosada su división de turoperadores, y de haber puesto un firme pie en el segmento de las agencias online, su objetivo es aumentar su red de ventas. Orizonia no se conforma con las 700 oficinas de Viajes Iberia y quiere duplicar su presencia en la calle. Un objetivo que no se puede lograr mediante la apertura de oficinas en un mercado saturado y en crisis, sino a través de la captación de cuota mediante compra.
 
Orizonia tantea a Marsans y Barceló
 
Con ese punto de mira hace medio año que comenzó a negociar con Viajes Marsans. El grupo de Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz atraviesa por dificultades de liquidez, y podría desprenderse de alguna de sus empresas (Air Comet, Trapsa o Viajes Marsans) para salir adelante. No obstante, según han señalado a HOSTELTUR fuentes cercanas a la posible operación, las negociaciones llevan tres meses en punto muerto y será difícil que se reactiven a corto plazo. De hecho, la probablemente inmediata venta de Air Comet puede suponer la inyección económica que Marsans necesita y que le permitiría mantener la agencia de viajes que, no en vano, da nombre al grupo.
 
Por otro lado, y de modo paralelo, Orizonia también ha estado negociando con Viajes Barceló, si bien en este caso bajo una fórmula diferente a la de compra-venta. La opción que se ha manejado ha sido la de un acuerdo para que Orizonia se haga con la gestión de la agencia mallorquina, manteniendo la familia Barceló la propiedad de la empresa. Pero esta operación tampoco ha cuajado y sólo se mantiene en los rumores de los mentideros del sector.
 
También cabe recordar que, con anterioridad a las conversaciones con Marsans y Barceló, Orizonia estuvo negociando hace más de un año con Globalia para la compra de Viajes Halcón y Travelplan. Eran otros tiempos, antes de que se manifestara la crudeza de la crisis, pero no se llegó a un acuerdo.
 
Globalia apuesta por las franquicias
 
Y no sólo no cuajó la compra de Halcón por Orizonia, sino que la agencia de Globalia ha emprendido una ambiciosa estrategia de expansión mediante franquicias con el objetivo de añadir 400 nuevas oficinas en pocos meses. Una fórmula que se vislumbra como la más apropiada en estos momentos de poca liquidez, ya que supone la integración de empresas independientes bajo su marca, sin compra de por medio.
 
En esta tendencia se enmarca la integración de las casi 40 oficinas de Gheisa en la red de Halcón, o la muy probable y próxima absorción de las 200 franquiciadas de EstivalTour. Una operación en la que también sonó el nombre de Orizonia, pero en la que finalmente ha quedado sólo Halcón.
 
Orizonia sigue sumando  
 
Pero pese a las dificultades de Orizonia con Marsans y Barceló para incorporar alguna de estas redes de agencias, el grupo sigue añadiendo marcas a su división de turoperadores, si bien con un casi nulo desembolso económico, como el curioso caso de Travelider, en el que sus dueños (los grupos de gestión Star, Airmet, Unida, Europa Viajes, Over, Avantours y Edenia), habitualmente beligerantes con los grandes grupos, le acabarán cediendo su turoperador a uno de ellos.

José Manuel de la Rosa (josemanuel.delarosa@hosteltur.com)