Sarasola aboga por establecer cupos para evitar la masificación turística

En su opinión, ¿quién debería establecer esos cupos? ¿Las autoridades, junto con el sector privado y los residentes del destino?

Todo lo referido a regulación es algo que entiendo que debe depender de las autoridades y gobiernos locales, pero lo importante es que antes haya un diálogo con todas las partes para asegurarnos de que todos están conformes y que el resultado de esta recaudación va destinado a mejorar nuestra oferta turística. Llevo años reclamando que nos sentemos a hablar de este tema, pero no ha habido ningún avance. Lo que sí está creciendo es la tensión respecto a nuestro sector, un sector que en muchos casos olvidamos que es el motor de nuestra economía.

¿Teniendo en cuenta qué elementos o factores?

Estoy seguro de que hay más factores que podemos considerar, pero para mí el principal es la masificación. Esto es algo que se podría evitar con el uso de nuevas tecnologías, uniendo la estimación de llegadas con las reservas ya existentes y los datos de años pasados.

“Durante la pandemia, algunas ciudades como París crearon aplicaciones en las que los ciudadanos reservaban una franja horaria para salir, como si fuera un pase para ese momento. Es cierto que en ese momento era para salir de casa, ¿pero por qué no utilizar el mismo concepto para transitar por sitios de gran afluencia?”

No conozco a nadie a quien le gusten las masas y no poder siquiera transitar por la calle. La finalidad de los cupos es que todos disfrutemos. Tampoco es justo que alguien que hace un esfuerzo por viajar no pueda disfrutar de los lugares. A mí me encantaría saber antes de salir de casa cómo están de saturados determinados sitios. Esto es algo que ya se hace también en playas, por ejemplo, en San Sebastián, donde un semáforo anticipa a los turistas y locales qué espacios de la playa están más llenos. Todos estamos trabajando en buscar soluciones para aliviar la masificación.

Sarasola recalca cómo "la constante búsqueda de batir el récord de visitantes y llegar a los 100 millones nos está pasando factura, y estamos sufriendo una serie de problemas para los que tenemos que buscar un remedio YA". Fuente: Room Mate Hotels.

Otro elemento importante para mí es la comunicación de otros destinos o lugares de interés de la ciudad. Por ejemplo, en Madrid, en lugar del Thyssen y el Prado se puede fomentar la visita a otros museos o espacios de interés, o incluso otras ciudades cercanas. De este modo no sólo evitaremos grandes masas, sino que también diversificamos y enriquecemos la oferta.

Imagino que esa regulación de los espacios públicos abiertos debería ser flexible para adaptarse a las circunstancias del momento, ¿no?

Exacto, como comentaba antes, el periodo del año es algo crítico, y si ahora decimos que no hay temporada alta y baja es precisamente porque la gente ha empezado a viajar en otras épocas para lograr precios más competitivos y evitar las masas. Hay determinados ámbitos en los que esto es algo completamente aceptado y normal, como con los billetes de avión o tren. No es lo mismo un viernes de agosto que de noviembre, el precio y frecuencia de trayectos se modulan. Tenemos que entender que los espacios abiertos también tienen un aforo.

No es la primera vez que Sarasola se manifiesta públicamente ante estos retos:

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