Piden 13 años de prisión e inhabilitación para una agente de viajes de Vilanova i la Geltrú

La agencia de viajes que cerró en julio de 2023 en Vilanova i la Geltrú. Fuente: Hosteltur

El juicio, cuya instrucción acaba de finalizar, se celebrará previsiblemente en la Audiencia Provincial de Barcelona, aunque dada la saturación de los juzgados, no se espera, como mínimo, hasta finales de 2026.

Los hechos se remontan a julio de 2023, cuando los Mossos d'Esquadra comenzaron a recibir denuncias de clientes afectados por una presunta estafa cometida por la agencia Fg Viajes, que comercializó vuelos y estancias que nunca llegó a contratar. El caso, que dejó a unas ochenta personas en tierra en plena temporada alta, ha derivado en una acusación por delito continuado de apropiación indebida agravado por el monto defraudado, que ronda los 200.000 euros.

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La pena solicitada por la acusación particular es notablemente superior a la del Ministerio Fiscal, que pide 4 años de prisión. La Fiscalía aplica una atenuante al considerar que la acusada ha realizado acciones tendentes a reparar el daño causado. Sin embargo, la acusación particular rechaza frontalmente este argumento. "Interpretamos que ese atenuante no se debe aplicar por la razón de que consideramos los supuestos esfuerzos como irrelevantes para el fin de reparación del daño causado", argumenta Ventura.

Ante la posibilidad de que la defensa busque una rebaja de la condena pactando con Fiscalía y reconociendo los hechos, la acusación particular advierte que sólo aceptará el acuerdo si se garantiza la reparación económica. Exigen un plan de pagos "serio y real" para devolver el dinero.

¿Podría la propietaria de la agencia de viajes declararse en concurso de acreedores? Eric Ventura descarta que pueda acogerse a esa figura. “Aunque solicitase una situación de concurso de acreedores, la ley concursal señala que las deudas relacionadas con delitos o por responsabilidad civiles no son exonerables, no le serviría”.

Además de la devolución de los importes, los afectados reclaman los gastos extra asumidos y daños morales, calculados en un 30% sobre la cantidad defraudada.

La "rueda" financiera y los fondos indisponibles

El caso pone de relieve una operativa financiera crítica en la intermediación: el uso de fondos finalistas para gastos corrientes. "Este tipo de casos son más comunes de lo que parece, aunque primero hay que ver si hay una voluntad de crear el delito o si es una imprudencia pura y dura de una persona que no se sabe administrar", señala Ventura.

Según el letrado, el error sistémico radica en la gestión de los depósitos. "A algunas agencias les cuesta entender que el dinero que te está dando un cliente es un dinero indisponible, no lo puedes usar", explica. La práctica descrita consiste en utilizar los ingresos por la venta de vuelos, reservas de paquetes turísticos, etc., para cubrir costes como el alquiler del local, nóminas, la factura de la luz, etc., confiando en que un futuro cliente aportará el capital necesario para pagar el billete del anterior.

"Es una rueda muy fácil de crear. Vas cogiendo dinero de un cliente, de otro... Y mientras nadie te cancele, todo va bien. Pero si una sola persona cancela un viaje, la rueda se rompe", detalla Ventura, quien califica la maniobra como "una apropiación indebida de manual". El abogado insiste en que las agencias deberían operar con cuentas "intocables" para depositar los fondos de terceros.

Ventura cita un caso previo de concurso de acreedores de una agencia de viajes donde el administrador fue demandado por IATA: "Las compañías aéreas consideraban que hay un dinero que no se puede tocar. Si vas a concurso por insolvencia, da lo mismo, tienes que devolver esos depósitos porque son de las aerolíneas, no son tuyos".