Pese a todo, el sector turístico se recupera

La pasada semana analizábamos un informe publicado por la empresa española líder en estudios de mercado y demoscopia, Sigma Dos, en el cual se hablaba sobre la situación del turismo en España. En este informe se recogían diversas encuestas, entre las que destacaba la realizada sobre el turismo doméstico en España y las vacaciones de verano. De acuerdo con este, la inflación sigue incidiendo en el bolsillo de los españoles, restándoles poder adquisitivo con el paso de los días; y ello, de cara al verano y el gasto turístico, está motivando a estos consumidores a cambiar sus planes atendiendo a este nuevo contexto.

Concretamente, el informe del que hablamos señala que, debido al efecto de esta inflación en el poder adquisitivo de la ciudadanía, este nuevo contexto del que hablamos ha motivado al 43% de la ciudadanía española, la cual tenía previsto viajar este verano, cambie sus planes para los meses de julio y agosto. Planes que, ante este nuevo contexto que mencionamos, se convertirán en ahorro forzoso y preventivo, o, en caso de imposibilidad, se suspenderán. En otras palabras, la encuesta realizada sobre el turismo doméstico nos dice que, con un 95,5% de confianza, 4 de cada 10 familias podrían suspender sus vacaciones este verano, debido a la situación que atraviesa la economía y las previsiones que se tienen para el presente año y el siguiente; previsiones en las que, incluso, llega a mencionarse una recesión económica.

Dicho de otra manera y para entenderlo, la inflación se come el ahorro de los españoles para las vacaciones.

Tras semejante titular, fueron muchos los empresarios hosteleros que se echaron las manos a la cabeza, así como gobernantes. Y tienen razones para ello. El turismo en España es, prácticamente, un sector estratégico. Su peso en la economía, es decir, en el PIB es del 12%. Cifra similar al peso que muestra el sector en el empleo español, que se sitúa en el 15%. Y atendiendo a estas cifras que destacamos, nadie, en su sano juicio, podría no inmutarse ante un titular que dice que el 43% de las familias que querían viajar este verano, hoy y ante este nuevo contexto, no lo harán; menos si hablamos de un sector que, como hemos visto, es de los sectores más representativos en nuestra economía.

Sin embargo, es conveniente señalar que, como señalé en la pasada columna, estamos hablando del turismo doméstico, es decir, el turismo que realizan los españoles en España. De acuerdo con la patronal turística, este tipo de turismo llegó a generar, a fecha de 2019, 32.000 millones de euros. No obstante, si cogemos este dato y lo ponemos en contraste con el turismo extranjero, estaríamos hablando de que representa, aproximadamente, menos del 45% de los ingresos derivados de este; los cuales se cifran en los 71.000 millones de euros.

En otras palabras y para que nos quede claro lo que digo, estamos hablando de una situación en la que, en primer lugar y como se muestra, el mayor flujo de ingresos que recibe el sector turístico en nuestro país, de acuerdo con la estadística, proviene del turismo extranjero. Y a ello debemos sumar el hecho de que no solo estamos hablando de un mayor tráfico de personas, sino también de un mayor nivel de gasto.

Analizando este turismo extranjero, me gustaría destacar las cifras que ofrece el World Travel & Tourism Council (por sus siglas, WTTC). En este sentido, las previsiones con las que cuenta este organismo, uno de los más importantes en el mundo, reflejan un gran optimismo con el que debemos quedarnos atendiendo a la demanda que están registrando los agentes que en este sector operan. Si cogemos estas previsiones, las cifras muestran se han recuperado 9 de cada 10 turistas internacionales, a lo que añado la afirmación de la presidenta del organismo, la cual señalaba que España cerrará el año con cifras «récord».

Para que nos hagamos una idea de lo que digo, hay quien ya está hablando de masificación.

Por esta razón, que nos enfrentemos al verano más caro de la historia, y que el 43% de los españoles se muestren incapaces de viajar por la situación que atraviesa su economía doméstica, pese a que es un dato que debemos tener muy en cuenta, dice muy poco cuando analizamos, y como ya dije la semana pasada, las cifras macro. En las cifras macro vemos una recuperación plena de la actividad turística durante el presente año. Además, pese a que el 43% de las familias no pueda viajar por la situación, la demanda nacional, pese a ser más escasa en estos momentos, prevé cubrir ese pequeño porcentaje que este verano, por diversas cuestiones, no recuperaremos.

Por tanto, y, en conclusión, estos son los datos con los que debemos quedarnos. La recuperación del sector turístico es un hecho, pese a muchos titulares que tratan de ofrecer una visión muy parcial de la auténtica situación que atraviesa el país. Además, viendo las previsiones y las perspectivas de los principales organismos, podemos volver a decir, y abiertamente, que el sector turístico es un sector muy vivo y, especialmente, con mucho futuro.