Normativa ESG: Futuro Incierto

Vienen escuchándose en los círculos jurídicos empresariales que el término ESG decae, sobre todo en Estados Unidos. Las compañías del S&P 100 que utilizan ESG en sus informes anuales de sostenibilidad se redujo del 40% en 2023 al 25% en 2024. Muchas empresas están adaptándose en respuesta a la creciente reacción negativa política y contraria a la excesiva exigencia normativa ESG.

En Europa, los directores de sostenibilidad combinan la gestión ambiental y social con la rentabilidad de la compañía. Buscan alcanzar sus objetivos y convertir la sostenibilidad en una fuente de creación de valor. La normativa europea se relaja en compromisos ESG y será según el tamaño de la Empresa o el plazo amplio de ejecución de objetivos.

En España hay 23 altos directivos en el Ibex con cargos relacionados con la sostenibilidad desde cambio climático a la economía circular o baja en carbono.

Y además se ha observado una tendencia a integrar este puesto en áreas de comunicación. Pero el espíritu decae en la inmensidad de Empresas medianas y pequeñas al leer el signo de los tiempos.

La inteligencia artificial (IA) generativa sigue posicionándose como una de las herramientas para el desarrollo sostenible y las empresas tienen en ella una oportunidad para adaptarse a las normativas. Menos rigor y más tecnología avanzada.

La ONU apunta que las empresas pueden emplear la IA para impulsar algunos de los ODS y contribuir a mejorar la predicción climática y crear sistemas de alerta temprana, revelar fraudes, reforzar la transparencia y apoyar el acceso a justicia.

También es clave para capacitar equipos internos y prepararse para un entorno tecnológico en rápida evolución.

Atentos a los cambios, a todos los cambios, también a los que ajustan expectativas y reducen obligaciones.

José Antonio Fernández de Alarcón Roca

Abogado, Socio Fundador de MONLEX

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