Según Yescapa
Descubre los nacimientos de ríos más impresionantes de España
Publicada 05/09/25

España es un país privilegiado por la diversidad y riqueza de sus ríos, cuyos nacimientos dan lugar a algunos de los paisajes naturales más espectaculares de la península. Explorar estos manantiales permite descubrir entornos de gran belleza, desde cascadas encajadas en paredes calizas hasta bosques de hayas donde el agua fluye en tonos turquesa. La plataforma de alquiler de autocaravanas Yescapa ha reunido algunos de los nacimientos de ríos más singulares de España. A este listado sumamos dos destinos adicionales que refuerzan la invitación a recorrer el país en clave de turismo de naturaleza y descubrir paisajes únicos desde su origen.
Decía el filósofo griego Heráclito que nunca te bañarás dos veces en el mismo río. Una afirmación que también podría aplicarse a que ningún río nace igual que otro. Todos brotan de forma distinta y muchos de ellos tienen un origen sorprendente, siempre rodeado de belleza, que bien merece la pena una visita.
España cuenta con 528 ríos, afluentes y subafluentes, según datos del Instituto Geográfico Nacional (IGN). Yescapa, plataforma de alquiler de autocaravanas y camper, ha hecho una selección de algunos de los más espectaculares o singulares, para que en tu próximo viaje puedas apreciar la belleza de la naturaleza en estado puro.
Río Mundo (Albacete)
En pleno corazón de la Sierra de Alcaraz, dentro del Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima, se encuentra uno de los manantiales más espectaculares de España: el nacimiento del río Mundo. Este afluente del Segura es conocido por sus célebres Chorros del Río Mundo, una cascada de casi 80 metros que irrumpe con fuerza desde una pared caliza. El fenómeno, conocido como El Reventón, ocurre cuando las aguas subterráneas acumuladas en la cueva que antecede al manantial brotan con violencia, creando un espectáculo sonoro y visual que atrae cada año a miles de visitantes.
La excursión parte de la localidad de Riópar y transcurre por pinares y encinares que muestran paisajes kársticos de gran belleza. El recorrido más accesible lleva hasta las Calderetas, pozas naturales donde el agua se remansa antes de continuar su curso. La zona, además, permite pernoctar en autocaravana en áreas cercanas, lo que convierte la visita en una experiencia completa en contacto con la naturaleza.

Río Cuervo (Cuenca)
En la Serranía de Cuenca, a más de 1.500 metros de altitud, nace el río Cuervo, protagonista de un enclave natural declarado Monumento Natural y uno de los lugares más fotografiados de Castilla-La Mancha.
Su nacimiento se produce en una gruta rocosa de la que brotan aguas cristalinas que, poco después, se transforman en una sucesión de cascadas y saltos adornados con musgos y helechos. El contraste entre el blanco del agua y el verde de la vegetación crea un paisaje de postal, sobre todo en primavera y en invierno, cuando las cascadas se hielan y forman esculturas naturales de hielo.
El entorno ofrece varias rutas senderistas de baja dificultad que permiten descubrir la riqueza del Parque Natural de la Serranía de Cuenca. A pocos kilómetros, pueblos como Vega del Codorno, Uña o Villalba de la Sierra complementan la visita con arquitectura tradicional y gastronomía serrana. Además, enclaves como la Hoz de Beteta, un profundo cañón fluvial, añaden atractivo a una excursión que combina naturaleza y patrimonio.
Río Guadalquivir (Jaén)
El Guadalquivir, cuyo nombre árabe significa “río grande”, nace en la Cañada de las Fuentes, dentro del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. Este lugar, rodeado de pinares, fresnos y arces, constituye uno de los manantiales más simbólicos de España, no solo por su riqueza natural, sino también por su carga cultural. Una placa junto a la fuente recoge un poema de los hermanos Álvarez Quintero, testimonio literario de la profunda huella que este río ha dejado en la historia y la poesía española.
Tras brotar en este rincón montañoso, el Guadalquivir recorre más de 650 kilómetros atravesando Jaén, Córdoba y Sevilla antes de desembocar en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Su nacimiento, en contraste con la magnitud de su curso, es un enclave íntimo y sereno, rodeado de bosques y senderos que invitan a la contemplación y al paseo tranquilo.
Río Nervión (Álava, Burgos y Vizcaya)
El nacimiento del río Nervión es célebre por dar lugar al Salto del Nervión, la cascada más alta de la península ibérica, con más de 220 metros de altura. Se encuentra en el Parque Natural de Monte Santiago, en la Sierra Salvada, un paraje de calizas horadadas por la erosión durante miles de años. Allí, el agua del río Delika, formado por varios arroyos, se precipita al vacío en forma de cola de caballo, creando un espectáculo natural de una magnitud poco común en España.
El recorrido hasta el mirador del salto se inicia cerca del puerto de Orduña y atraviesa bosques atlánticos, praderas y lapiaces que muestran el carácter kárstico de la zona. El caudal del Nervión no es constante: depende de las lluvias y del deshielo, lo que convierte la visita en un acontecimiento único cuando la cascada se muestra en toda su plenitud. Muy cerca, el Parque Natural de Gorbeia completa la visita con más rutas de senderismo y miradores panorámicos.
Río Urederra (Navarra)
El Urederra, cuyo nombre en euskera significa “agua preciosa”, brota en el Parque Natural de Urbasa y Andía, muy cerca del pueblo de Baquedano (Navarra). Su nacimiento está declarado Reserva Natural y es uno de los lugares más visitados y admirados del norte peninsular, en parte por el color turquesa de sus aguas, que caen en cascadas entre frondosos bosques de hayas.
El acceso al nacedero está regulado con un máximo de 500 visitantes diarios, lo que asegura su conservación y la experiencia de un entorno tranquilo. La senda de unos seis kilómetros, ida y vuelta, conduce al manantial atravesando puentes de madera, pozas cristalinas y miradores. El contraste entre el verde del hayedo y el azul intenso del agua convierte este enclave en un lugar de ensueño que se ha consolidado como una de las joyas naturales más icónicas de Navarra.
Dos destinos extra, joyas del norte de España
Río Asón (Cantabria)
En el Parque Natural de los Collados del Asón, en Cantabria, nace este río que se desploma en una espectacular cascada de más de 50 metros de altura. El Salto del Asón se abre paso en forma de cola de caballo, ofreciendo un espectáculo que puede contemplarse desde un mirador y, después, a pie de cascada. El recorrido, entre prados y hayedos, es uno de los más populares de la región.
El entorno cuenta además con un rico patrimonio subterráneo: cuevas como Covalanas, con pinturas rupestres, o Coventosa, una de las cavidades más largas de España, completan la experiencia. El Asón se convierte así en un destino que combina naturaleza, senderismo y arqueología.
Desfiladero Río Purón (Álava)
El río Purón vertebra el Parque Natural de Valderejo, en Álava. Nace en la Sierra de Árcena y, tras un breve recorrido de apenas 15 kilómetros, se une al Ebro. La reserva es un paraíso de paisajes intactos, donde el gran protagonista es el desfiladero calizo del Purón, un cañón estrecho y profundo próximo a la localidad de Lalastra y a la muga entre Álava y Burgos.
La ruta más habitual parte del pueblo de Herrán, desde donde un sendero de unos 10 kilómetros se adentra en la garganta. A pocos metros de iniciar la marcha aparece la primera sorpresa: una cascada de 20 metros. El camino atraviesa pasarelas metálicas ancladas a la roca y puentes de madera que permiten observar pozas y tramos encajonados del río. El desfiladero no solo cautiva por su belleza natural; también encierra historia, ya que fue utilizado en el siglo IX por los primeros repobladores cristianos de la meseta. Al final del recorrido, cerca del manantial, se conservan los restos de una ermita excavada en la roca.
Existe, además, otro río Purón en Asturias, de nombre homónimo pero de carácter muy distinto. Con apenas cinco kilómetros de longitud, nace en la Sierra de Cuera y atraviesa el concejo de Llanes hasta desembocar en el Cantábrico. Sus aguas, de una transparencia excepcional, emergen tras recorrer las entrañas calizas de los Picos de Europa. La Ruta del Río Purón asturiano, de baja dificultad y perfecta para hacer con niños, avanza entre frondosos bosques paralela al cauce. En algunos puntos es posible descender a la ribera y tocar sus aguas cristalinas. El sendero concluye junto a una piscifactoría, desde donde se contempla la roca de la que brota este manantial escondido.
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