¿Qué hacer en septiembre en Europa? 4 viajes según tu plan favorito

Viajar en septiembre por Europa tiene una ventaja añadida, la posibilidad de elegir destinos más ajustados al tipo de experiencia que cada viajero desea. Con un clima más templado, menos aglomeraciones y una agenda cultural y gastronómica variada, este mes se convierte en un momento idóneo para diseñar un viaje a medida.

El Mediterráneo sigue siendo un refugio para quienes desean alargar el verano y disfrutar de la playa; las grandes capitales europeas ofrecen festividades y tradiciones que atraen a los amantes de la cultura; y la Toscana abre sus viñedos en plena vendimia para quienes prefieren combinar turismo y enología.

Septiembre es, en definitiva, un mes versátil que se adapta a todos los perfiles de turistas: desde quienes priorizan el descanso junto al mar hasta quienes prefieren recorrer museos, celebrar en una fiesta popular o descubrir los sabores locales en plena temporada.

Para aquellos viajeros quienes deseen prolongar el verano tienen varias opciones en el Mediterráneo, comenzando por las islas griegas, Malta o el sur de Italia ofrecen sol y mar en abundancia, pero septiembre convierte a Chipre en un destino especialmente atractivo para el turista de sol y playa. Durante la primera quincena, las temperaturas rondan aún los 30 ºC, lo que garantiza jornadas de playa y baños en aguas cálidas sin el agobio de la temporada alta.

Pizza Margarita Fuente: IA Gemini / Hosteltur

Italia ofrece otra propuesta diferente adaptada para el turismo cultural y gastronómico: Florencia brilla en septiembre con una combinación difícil de igualar, el descenso del turismo masivo permite visitar sus museos y monumentos con mayor tranquilidad, mientras que las calles empedradas y el Ponte Vecchio recuperan parte de su esencia local.

Además, este mes marca el inicio de la vendimia en la Toscana, una oportunidad para adentrarse en los viñedos de los alrededores y degustar vinos de la región. Como añadido, la ciudad celebra la Rificolona (7 de septiembre), una fiesta popular en la que farolillos de papel iluminan las calles y que recuerda que Florencia también vive de sus tradiciones más arraigadas.

También en Italia encontramos en Nápoles, donde septiembre combina gastronomía, patrimonio y tradición religiosa. Además de recorrer la bahía y sus alrededores, este mes coincide con la festividad de San Genaro (19 de septiembre), cuya celebración llena la ciudad de actividades culturales y gastronómicas. El templo de la pizza napolitana suma un aliciente extra: probar las galletas de limón y canela, el dulce típico de estas fechas.

En Alemania, septiembre está ligado a una de las celebraciones más reconocidas del mundo: el Oktoberfest. Pese a su nombre, la fiesta de la cerveza de Múnich comienza a mediados de mes -este año el sábado 20- y se prolonga hasta el 5 de octubre. Durante esas semanas, la ciudad recibe a miles de visitantes atraídos por una experiencia que combina tradición bávara y ambiente internacional. Música en vivo, gastronomía típica, trajes regionales y, cómo no, las icónicas jarras de cerveza, convierten al evento en una cita única donde lo local y lo global se encuentran en torno a la fiesta.

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