Entrevista a Gabriel Escarrer, presidente y CEO de Meliá Hotels International

Meliá ante una posible expansión no orgánica: ampliación de capital mejor que tirar de caja

La cadena cerrará 2025 superando los 535 M € de Ebitda del pasado año

Meliá ante una posible expansión no orgánica: ampliación de capital mejor que tirar de caja
  • Más que una desaceleración en 2026, Escarrer prevé normalización del ritmo de crecimiento porque no se pueden mantener niveles tras pandemia
  • Meliá apuesta por ir un paso más allá de los 4 estrellas creciendo con sus marcas de lujo, entendido entre 400-600 €, donde aporta valor
  • Meliá está negociando nuevo ME en Madrid en un lugar icónico, muy representativo, con azotea y amplias zonas comunes con variada gastronomía

Escucha la noticia

Entrevista/Las dos crisis vividas por el turismo internacional -financiera y pandemia- han enseñado a Gabriel Escarrer a ser “precavido”, por lo que “con un nivel de deuda financiera de dos veces el Ebitda (beneficio bruto de explotación) me siento cómodo, porque prefiero no estresar la caja. Por ello, si se nos planteara un crecimiento no orgánico, que no hay nada en estos momentos ni mucho menos, sería más partidario de llevarlo a cabo mediante una ampliación de capital”. Este año se han fijado un objetivo de incorporar unas 8.500 habitaciones y se muestra convencido de poder conseguirlo, con “un crecimiento muy rentable y estratégico”. Los siete hoteles de Messi, por ejemplo, “no estresan nada porque se ubican en destinos donde ya estamos, salvo Andorra, pero es un pequeño establecimiento de 40 habitaciones. Lo importante es que sean marcas que trasmitan, de manera que los clientes y trabajadores que sientan cierto vínculo emocional con esas figuras del deporte quieran ser partícipes de esos valores”.

Aparte de las alianzas que ya mantienen con la banca, patrimonios inmobiliarios y deportistas, ¿están mirando algo más o algún tipo de alianzas que puedan anunciar a corto plazo?

No hay nada más de momento, pero porque también somos extremamente selectivos. Y es verdad que una de las razones por las que la compañía se ha convertido en lo que es es porque hace 10 años iniciamos nuestra apuesta por las marcas, por la distribución directa y por potenciar nuestro programa de fidelización, reduciendo la dependencia de la turoperación por si se tambalea, como luego ha ocurrido. Como nos sentimos cómodos en este aspecto, no hemos requerido la necesidad de hacer ninguna alianza y es verdad que nos hemos apoyado para crecer en los dos bancos con un mayor componente familiar entre los de inversión hotelera, Banca March y Bankinter, con socios que conocemos. Para mí es un lujo contar con la confianza de todos ellos, pero es también una responsabilidad para no decepcionarlos. Para nosotros es muy importante tener un socio en cada uno de esos países con el que nos sintamos muy cómodos, que a nivel de reputación sea intachable y crecer con ellos en Irlanda, Vietnam o Tailandia, entre otros. Ése es el modelo de Meliá y nos queremos apalancar en salvaguardarlos porque es un lujo contar con su apoyo al compartir valores y visión largoplacista.

Meliá ante una posible expansión no orgánica: ampliación de capital mejor que tirar de caja
Escarrer ha ensalzado la extraordinaria relación que les une a sus socios, con los que comparten valores y visión largoplacista. En la imagen, en la inauguración del Paradisus Fuerteventura con el consejero delegado de Banca March, Jose Luis Acea. Fuente: Meliá.

¿Qué tal ha ido la temporada de verano? ¿Para el próximo año prevé una desaceleración en el sector?

Más que una desaceleración veo una normalización, porque todos somos conscientes de que después de la pandemia el ritmo de crecimiento del sector turístico en los últimos tres o cuatro años no ha sido normal: por encima de las expectativas del Producto Interior Bruto de algunos países, llegando en ocasiones a doblarlo o triplicarlo. Por lo tanto esa normalización es lo que deberíamos esperar. Dicho esto, es verdad que los barómetros que hacemos en Exceltur confirman que va por barrios y aquellas compañías con más dependencia de la turoperación y del mercado alemán, han tenido un año similar o quizá ligeramente por debajo del anterior. Pero si la mayor dependencia es de otros mercados como el británico o el español, aunque éste último se ha desacelerado un poco pero sigue teniendo un buen crecimiento, o el norteamericano, han tenido un verano igual o mejor. Por ello creo que estamos en un momento muy estable, muy sano. Y es verdad que los grupos que tienen más clientela directa lo han hecho mejor. En nuestro caso la venta directa ya representa una media mundial del 52% de los ingresos.

¿Y en el caso concreto de Meliá?

Hemos cerrado el tercer año por encima del ejercicio anterior, tanto en precio como en ocupación. Y, como ya he dicho, ya no veremos crecimientos de doble dígito pero sí más equilibrados, tanto en tarifas como en ocupaciones, cuando en los últimos años ha ponderado mucho más el precio. El tercer trimestre ha sido bueno y las expectativas para el cuarto siguen siendo muy positivas, a pesar de la debilidad política y económica de nuestros principales emisores europeos -el mercado alemán, por ejemplo, es extremadamente precavido, a diferencia del español, que tira más de crédito de viaje, subiendo esta modalidad de forma exponencial este año-. Pero no se está produciendo desvío de turistas a otros destinos porque tanto el alemán como el británico son dos mercados extremadamente fieles a España. También nos ha llamado mucho la atención el comportamiento del norteamericano, pese a la devaluación del dólar frente al euro, creciendo en todos los hoteles de Europa, tanto urbana como vacacional, por ejemplo en muchos de los establecimientos de lujo en Baleares, donde ha vuelto a ser el emisor número uno para Mallorca, Menorca e Ibiza.

Apuesta por el lujo

Dentro del impulso que le están dando a sus marcas de lujo, ¿qué papel desempeñan en su estrategia de expansión?

Meliá apuesta por seguir reposicionando nuestros hoteles y abriendo establecimientos que transmitan algo, que ofrezcan experiencias, huyendo del 4 estrellas commodity porque deja de ser competitivo para entrar a competir con los Airbnb de turno. En Meliá seguimos apostando por este segmento de lujo entendido entre los 400 y 600 euros, no los 1.500 de Four Seasons -aunque el Gran Palacio de Milán y el Villa Agripina en Roma están por encima de los 1.000, pero eso sería lo más elevado porque no intentamos competir con eso-. Ése es el posicionamiento de la compañía en su apuesta vacacional o en los hoteles urbanos con un componente de ocio muy importante. Hay muchos competidores en España que lo hacen muy bien en el 4 estrellas, muchos de ellos de origen familiar mallorquín. Pero yo prefiero ir un paso más y por eso son las marcas con las que estamos creciendo, también con Zel y ahora con la incorporación de los hoteles de Messi. Todo eso nos ayuda mucho en ese posicionamiento.

Muchas otras cadenas están apostando también por el lujo y el lifestyle. ¿Cree que hay sitio para todos? ¿Cómo diferenciarse?

Creo que el sector continúa necesitando una consolidación porque sigue estando muy atomizado. Hay muchas cadenas muy pequeñas, algunas que lo hacen muy bien porque están en un nicho muy concreto de mercado. Pero hay otros que no tienen el tamaño o están con marcas cuya apuesta cuesta trasmitir. En época de bonanza tremenda a todo el mundo le va bien y no hay esa necesidad, pero cuando haya esa normalización, o si en un futuro hay una crisis, es cuando se pone de manifiesto la necesidad de ser competitivos con marcas que permitan economías de escala y sinergias, fundamentales para ser rentables. Y eso tarde o temprano se tiene que dar. Y frente a ello, para mí el lujo, además de ser lugares y productos únicos, pasa por dar un buen servicio y sobre todo, por crear múltiples experiencias. Siempre digo que no somos una empresa de acomodación, sino de experiencias y eso está arraigado en el ADN de Meliá por su componente vacacional. Y ahí hay que ser extremadamente innovador y muy creativo en la proposición gastronómica y deportiva que le ofreces al cliente, con experiencias que son las que te llegan al corazón, por las que estás dispuesto a pagar y por las que vuelves. Y ése para mí es el único modelo sostenible y esperemos que exitoso a medio y largo plazo.

Meliá ante una posible expansión no orgánica: ampliación de capital mejor que tirar de caja
Escarrer reconoce que “ya no pido apoyo a la Administración, sino que nos dejen hacer y, sobre todo, que no nos cambien las reglas del juego”. Fuente: Meliá.

¿Y en cuanto a la expansión con Paradisus a otros posibles destinos en la cuenca mediterránea?

El modelo Paradisus puede funcionar muy bien en muchos lugares del Mediterráneo, aunque tienen que cumplir varias condiciones: estar ubicados en un lugar especial en medio de la nada, con una oferta complementaria poco desarrollada y, sobre todo, que funcione casi toda la temporada. Porque con este producto no es fácil si no, dados sus elevados costes fijos. Entonces puede funcionar perfectamente en la Costa del Sol, Baleares -aunque cuesta por su conectividad aérea-, Grecia, el Algarve, etc. Y en menos de un mes abrimos el antiguo Meliá Bali, que lo hemos transformado en Paradisus y estoy convencido de que va a ser un éxito porque es una fórmula muy atractiva para las familias, que en Asia son extremadamente importantes. Aunque hay que trabajarlo porque en la región se vende mucho el lujo y las connotaciones del todo incluido quizá no sean las más adecuadas. A partir de ahí seguro que vemos otras posibilidades de expansión en otros destinos de Indonesia, Tailandia, Vietnam, Camboya, etc. Serán probablemente nuevos hoteles, porque también el diseño, la concepción, es muy diferente. Como el cliente se suele quedar mucho en sus instalaciones, necesitas mucho espacio exterior, dotarle de muchas áreas para hacer deporte, varios restaurantes…

Cuando salieron del ME Madrid (Accor toma el relevo del icónico ME Madrid Reina Victoria, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo) comentó que querían volver a estar presentes con la marca en la capital. ¿Hay algún avance en este sentido?

Estamos en ello. Aún no está firmado, pero estamos en conversaciones y ojalá lo podamos anunciar pronto. Va a ser un lugar icónico y muy representativo, pero tiene que cumplir con unos requisitos que no son sencillos, como ser una propiedad fantástica, disponer de azotea, amplias zonas comunes, distintos puntos de restauración… Porque los ME, por definición, deben tener un alto componente de facturación en otros servicios que no sean puramente la habitación. Es una marca que nos ha ido muy bien y su reconversión supuso un antes y un después para la Plaza de Santa Ana, porque junto con el hotel Urban fueron los que transformaron toda esa zona; al igual que el Gran Meliá Palacio de los Duques junto al Teatro Real, donde ahora se están haciendo más hoteles que nunca.

Previsión de resultados

¿Qué previsiones de resultados manejan para este año?

No avanzamos cifras, pero ya te adelanto que serán mejores resultados que los del pasado año, que concluyó con un Ebitda de 535 millones de euros (Meliá Hotels International gana 162 millones en 2024, un 24,5% más). Y eso teniendo en cuenta que hemos cerrado nuestra joya de la corona que es el hotel de Cancún, el que más genera de la compañía, con 85 millones de dólares de facturación y una contribución al Ebitda de 22-23 millones, a cuya reforma vamos a destinar 50 millones. Ahora también acabamos de cerrar por un año el que es probablemente el segundo establecimiento que más contribuye al Ebitda tras los Paradisus -entre 16 o 17 millones-, el Gran Meliá Don Pepe, muy bien posicionado en los mercados de Oriente Medio y con casi un 60% de cliente repetidor. Desde luego si yo vislumbrara una recesión, no sería tan valiente como para cerrar mis dos mayores generadores de ingresos. Lo que veo, como he dicho antes, es un ciclo de normalización, aunque la situación geopolítica mundial sea inestable, pero es lo que nos ha tocado vivir.

Meliá ante una posible expansión no orgánica: ampliación de capital mejor que tirar de caja
Momento del simbólico corte de la cinta de inauguración del Paradisus Fuerteventura, con Gabriel Escarrer, Jose Luis Acea y Álvaro Sants con las autoridades de la isla. Fuente: Meliá.

Como única hotelera española actualmente en Bolsa, operativamente está muy bien pero parece que la cotización no acompaña. ¿A qué cree que se debe?

Creo que los inversores se están concentrando en los mercados más grandes, porque en Estados Unidos está aumentando la capitalización de sus empresas y en cambio en Europa poco a poco va bajando. En cualquier caso seguiremos en Bolsa porque impone un rigor y una profesionalización para hacer las cosas bien, que cuando lleguen momentos difíciles el mercado pueda confiar en que es una empresa bien gestionada y bien gobernada. Es un camino que no tiene vuelta atrás, también para atraer a un determinado perfil de inversores. Nosotros tenemos que centrarnos en dar buenos resultados y seguir creciendo, y tarde o temprano el mercado nos lo reconocerá. Creo por tanto que en parte es coyuntural por el tamaño de las empresas y el peso de Europa a nivel internacional, pero también seguro que hay cosas que podemos mejorar, segurísimo.

Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta

Inicia sesión

Esta noticia no tiene comentarios.