Gobernanza compartida para revertir su percepción negativa, recomienda Iñaki Garmendia
Colaboración público-privada para que el turismo alcance la "nueva competitividad"
El sector turístico busca respuestas ante el deterioro de su imagen social
Publicada 13/12/25
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En su XX Congreso celebrado en Cartagena, los hoteleros analizaron las causas de la mala imagen del turismo... dando respuesta, según publicó HOSTELTUR noticias de turismo. Profundizaban así en el debate sobre la mala imagen del turismo ante el aumento de tensiones sociales vinculadas a la saturación de destinos, el uso del espacio público y el impacto en la vida cotidiana. La solución, en opinión del experto en gobernanza y seguridad turística Iñaki Garmendia, no pasa por respuestas unilaterales, sino por avanzar hacia fórmulas de colaboración público-privada basadas en la participación, reciprocidad y consenso.
El escenario turístico actual se desarrolla en un entorno de creciente exigencia social, en el que ciudadanos y turistas muestran una mayor sensibilidad hacia las consecuencias de la actividad turística. Este cambio de percepción ha dado lugar a cuestionamientos que hace una década apenas existían y que hoy se manifiestan tanto a escala nacional como internacional.
Problemas como la saturación de espacios, la presión sobre la vivienda, el transporte, la seguridad o el encarecimiento del coste de vida han situado al turismo en el centro del debate público. En este contexto, Iñaki Garmendia ha subrayado que “da la sensación de que la mayor parte de la responsabilidad recae sobre el sector, algo injusto y desproporcionado”, recordando que los espacios públicos son compartidos por residentes y visitantes, sin que ello exima al turismo de su compromiso.
Límites del discurso económico tradicional
Uno de los factores que, a su juicio, explica la persistencia de esta mala imagen es el agotamiento del discurso centrado exclusivamente en indicadores económicos. Argumentos como las cifras récord de visitantes, el empleo generado, las inversiones en sostenibilidad, la predisposición sectorial en momentos de crisis, las mejoras en infraestructuras y equipamientos ya no resultan suficientes para contrarrestar determinadas reacciones sociales.
En este sentido, Garmendia ha advertido de la necesidad de revisar la actual transversalidad socio-sectorial para avanzar hacia “una novedosa competitividad” que incorpore nuevas herramientas e iniciativas tanto públicas como privadas, capaces de garantizar un mejor encaje entre actividad turística y entorno social.
Cooperación como vía de solución
Lejos de soluciones simples, el experto descarta que una sola parte pueda resolver esta “marea de inestabilidad”: “Ni la parte pública ni la privada están en condiciones de poder solucionar este problema por sí solas”, destacando que el objetivo debe ser evitar que la solución de una parte se convierta en una carga para la otra.
La clave, en palabras de Garmendia, reside en “ir superando la discrepancia definiendo otros criterios de participación, reciprocidad y consenso”, mediante fórmulas de cooperación que integren a todos los agentes implicados
Nuevas fórmulas de gobernanza turística
El mayor reto para las instituciones turísticas y el sector empresarial pasa por crear estructuras de enlace con funciones estabilizadoras, capaces de generar expectativas comunes y un discurso más sólido y convincente. “Se trata de ir tomando la delantera con nuevos planteamientos hasta ahora insospechados”, ha concluido Garmendia, en un contexto en el que compartir espacios públicos con la actividad turística seguirá siendo una necesidad estructural del sector, a ser posible con efectos positivos para todas las partes.
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