FITUR O FUTUR?

Con la resaca de FITUR por montera, y con docenas de cosas buenas que contar de la feria turística más importante del año para mí, no hago más que darle vueltas una y otra vez a la misma pregunta: ¿Qué Fitur queremos?.... y que FITUR tenemos?-

Este ha sido mí FITUR número 13, y en la mayor parte de los aspectos que he vivido, ha sido igual que el primero: Mismos espacios, misma organización, mismos expositores y visitantes…. Como si no hubiera pasado el tiempo. En definitiva la misma oferta…y el mismo producto. ¿Bueno o malo?. Supongo que depende del color del cristal con que se mire.

Por mi trabajo tengo la inmensa fortuna de vivir las dos partes de la feria, la de expositor y la de visitante. Recibo visitantes, y yo mismo voy a visitar a mis clientes. Y como no, todos con una opinión. Si, ya, las opiniones son como la nariz, que todo el mundo tiene una. Pero cuando las opiniones se generalizan, y afectan a todo un sector, ya no son opiniones sin más, y es conveniente empezar a prestarles especial atención.

La parte negativa de FITUR ha sido, -y hablo de lo que he recogido en casi cuatro días de trabajo-, la falta de algunas marcas emblemáticas, muy significativas dentro del sector y, a mí parecer, imprescindibles para no dejar de ser importantes a medio plazo. El exceso de gente que no eran profesionales y que consiguen entrar en la feria con cierta facilidad. La falta de gratuidad de algo tan básico y fundamental para nosotros como internet, (Atención a pagar 450 euros por una adsl de cinco puestos cinco días). O las largas colas del primer día, a pesar de la preinscripción, han sido cuestiones que deberían solucionarse sin mayores problemas, pero que se repiten año tras año.

La parte positiva, que es mucha, ha sido la gran capacidad de convocatoria de visitantes profesionales de toda España; el interés en dar cabida a empresas de tecnología integradas entre las empresas tradicionales del turismo. La enorme posibilidad de empujar nuestras ventas al encontrar a tantos clientes, contactos, amigos y nuevas posibilidades de hacer negocio. O, porque no decirlo, el impulso casi definitivo, con llenos continuos, que ha supuesto FITURTECH, y que para mí personalmente ha sido un nicho de amigos antiguos y nuevos, que han intercambiado mucho más que conocimiento, aportando su granito de arena a un viejo turismo que siempre se reviste de novedad, año tras año.

Como en todo, las lecturas buenas y malas, siempre tienen algo de positivo, dependiendo de como se enfoquen. De entrada estaría bien tener en cuenta observaciones como las que hace Juan Carlos San Juan en su post FITUR versus FITURTECH, donde se habla de la necesidad de darle un vuelta de tuerca a FITURTECH para que llegue no solo a este evento en sí, sino que se aplique a toda la feria. Y sobre todo para que las nuevas tecnologías que están invadiendo a todo el sector, lo hagan también en FITUR de forma masiva. Tal vez ese sea el camino a seguir.

Yo vuelvo de FITUR con el ánimo lleno de ganas por lo que viene en los próximos meses, y porque está claro que el camino para hacerlo en positivo, ha de tener críticas constructivas que nos hagan darnos cuentas de que aspectos hay que mejorar. Es un buen principio, ¿no creeis?

Mi Fitur se llama FUTUR.