Hoy se cambia la hora, ¿se adelanta o se atrasa el reloj?
El horario de invierno comenzará, como cada año, el último domingo del mes de octubre
Publicada 26/10/24
Este fin de semana, como ocurre cada año en otoño, se realizará el cambio de hora en España, marcando la transición al horario de invierno. Esta modificación se produce en la madrugada del último domingo de octubre, que este año es el día 27, cuando los relojes se atrasan una hora. A las 3:00 de la mañana, los relojes se ajustarán a las 2:00, permitiendo a los ciudadanos disfrutar de una hora más de sueño. Sin embargo, esta práctica sigue generando un debate sobre su utilidad y efectos en la salud y la economía.
En España, el cambio de hora se estableció de forma permanente en 1974 como una estrategia para reducir el consumo energético. Hoy en día, la práctica se ha generalizado en gran parte de Europa y América del Norte. En la Unión Europea, la normativa actual establece dos cambios de hora anuales: uno en primavera, cuando se adelantan los relojes para aprovechar mejor la luz diurna, y otro en otoño, cuando se retrasan para adecuarse a los meses de menor luz.
¿Por qué seguimos cambiando la hora?
El principal argumento a favor del cambio de hora es el ahorro energético, ya que se pretende aprovechar al máximo las horas de luz natural y reducir el uso de la electricidad. Según algunas estimaciones, este ajuste podría suponer una disminución en el consumo de energía de entre un 0,5% y un 1,5% anual. Sin embargo, el impacto real de este ahorro ha sido cuestionado en varias ocasiones.
Diversos estudios señalan que los hábitos de consumo han cambiado considerablemente desde los años 70, por lo que el ahorro energético asociado al cambio de hora es ahora menor. Además, factores como el incremento en el uso de dispositivos electrónicos y el desarrollo de fuentes de energía más eficientes han reducido la necesidad de esta práctica.
El debate sobre la salud y el bienestar
Más allá de la cuestión energética, el cambio de hora ha sido objeto de debate por su impacto en la salud. Médicos y expertos en cronobiología, el estudio de los ritmos biológicos, han señalado que el ajuste puede afectar al reloj interno de las personas, alterando sus patrones de sueño y de vigilia. Según un estudio del Instituto Nacional de Estadística (INE), los cambios en el horario afectan especialmente a niños y personas mayores, que pueden experimentar síntomas como insomnio, irritabilidad y fatiga.
Varios estudios también han asociado el cambio de hora a un aumento de los problemas de salud mental y de accidentes de tráfico en los días inmediatamente posteriores, debido a la desestabilización en el sueño y la concentración. A pesar de estos efectos, el impacto general es transitorio, y la mayoría de las personas se adapta al nuevo horario en unos pocos días.
Otros países y el cambio de hora
El cambio de hora no es una práctica universal. En el continente americano, varios países como México y Canadá siguen realizando el ajuste, aunque en el caso de México, recientemente se eliminó el horario de verano en la mayor parte del país. Estados Unidos, por su parte, mantiene el horario de verano en la mayoría de sus estados, pero algunas regiones, como Hawái y la mayor parte de Arizona, han optado por no seguirlo. En América del Sur y Asia, el cambio de hora es menos común, y muchos países han optado por un horario fijo a lo largo de todo el año.
En Europa, la mayoría de los países realizan el cambio de hora, aunque las opiniones sobre su efectividad y conveniencia son dispares. Países como Rusia y Bielorrusia decidieron en su momento abandonar esta práctica y mantener un único horario durante todo el año.
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