Alquiler vacacional: Miami-Dade County y Airbnb

La semana pasada, el día 4 de abril, en el famoso y turístico Miami-Dade County, los comisionados votaron 10 a 3 a favor de aprobar un acuerdo con Airbnb Inc. para que la plataforma empresarial recaudara de sus clientes el impuesto turístico.

Los políticos, también reflejaron en la sesión, el malestar de los residentes y sus quejas por el rápido crecimiento de los “home-sharing business” como ellos lo llaman, y pidieron una sustancial regulación.

Por lo tanto el “patrón” se repite en las zonas más turísticas del mundo. La progresiva y rápida implantación, las quejas y las regulaciones que se exigen rigurosas frente a este fenómeno. Mientras tanto allí donde hay tasa turística que Airbnb la recaude. Cuando menos esto; tal y como hacen los demás establecimientos turísticos de alojamiento.

Hay otro “patrón” que se repite en Miami: los residentes se quejan de los ruidos y las fiestas en las casas y apartamentos alquilados, del aumento de la inseguridad y de la falta de limpieza en los inmuebles, zonas comunes y entorno. Al fin y al cabo no es de los huéspedes-transeúntes, ellos están de paso y no les preocupa. Pero todo eso sucede en zonas residenciales.

Hay también otro “patrón” que se repite en Miami: Wendy Kallergis, presidente de la mayor Asociación Hotelera de Miami exigió en el debate del pasado 4 de abril, que Airbnb y otras empresas y plataformas de alquiler vacacional, se ajustaran al mínimo estándar de seguridad que se exige a los hoteles para con sus huéspedes y especialmente a la normativa sobre Accesibilidad de Minusválidos. ¿O es que el respeto a la vida y discapacidad de los clientes no debería ser el mismo?

Por último, hay otro “patrón” que se repite y aquí por supuesto vendrá igualmente: la aparente burbuja de precios del negocio vacacional no solo causa externalidades negativas sociales, como ya estamos viendo en el precio del alquiler para trabajadores o jóvenes, sino que los propios vecinos que conviven con el alquiler vacacional, pierden progresivamente el valor se su vivienda si deciden vivir en ella y no vender para ponerlos al servicio de las multinacionales de la “economía colaborativa”… aquí y en Miami.

Lo que sí acordaron por unanimidad todos los comisionados del Miami-Dade fue empezar el control con el Acuerdo de Recaudación ya mencionado y seguir aumentando el consenso sobre lo que el Miami-Dade County puede hacer para ganar más control sobre esa “fuerza inevitable” como fue definida.

En fin, ya saben, si no tomamos el control de la fuerza… se pasará inevitablemente al lado oscuro. Disculpen, no lo digo yo. Es un “patrón” que se reproduce en las principales zonas y ciudades turísticas del mundo.

José Antonio Fernández de Alarcón Roca

Abogado